Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos

Pbro. Yerko Reyes Benavides

El que tenga oídos para oír que oiga

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Bendito tú entre las mujeres

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Sigueme

Pbro. Yerko Reyes Benavides

¿Con quién, pues compararé a los hombres de esta generación?

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella

Pbro. Yerko Reyes Benavides

En Israel no he encontrado tanta fe

Pbro. Yerko Reyes Benavides

No hay medidas para el Perdón

Pbro. Yerko Reyes Benavides

No hay árbol sano que dé fruto dañado

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Mujer, ahí tienes a tu hijo

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenarlo

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Las Bienaventuranzas

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, ahí estoy yo

Pbro. Yerko Reyes Benavides

El hijo del Hombre, también es dueño del sábado

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Le pondrá por nombre Emmanuel que traducido significa "Dios con Nosotros"

Pbro. Yerko Reyes Benavides

No temas, desde ahora serás pescador de hobres

Tú eres el Hijo de Dios

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Tome su Cruz y sígame

Pbro. Yerko Reyes Benavides

A cada cual según su capacidad

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Les aseguro, no se quienes son

Pbro. Yerko Reyes Benavides

Estén en vela, porque no saben qué día vendrá su Señor

Pbro. Yerko Reyes Benavides